«Los superhéroes, como los boxeadores, deben ser los mejores»
«Los cómics no dejan de ser una pequeña película en una dimensión»
RENEE WITTERSTAETTER EDITORA DE LA MARVEL Gijón, Víctor GUILLOT
Renee Witterstaetter nació en el estado de Texas. Fue cronista de boxeo para el «Dallas Morning News», pero su carrera profesional ha destacado como gran editora para la Marvel con «Silver Surfer» o «Conan el Bárbaro». Ha sido la gran maestra de convertir al papel exitosas series de televisión como «Xena», «Hércules» o «Expediente X». Ayer habló para LA NUEVA ESPAÑA.
-Es difícil encontrar una mujer cronista de boxeo que asuma con valentía y eficacia este género periodístico. ¿Cómo fue esa etapa juvenil en el periodismo y cómo influyó después en su trabajo como editora de cómics de superhéroes?
-De pequeña yo era lo que vulgarmente se llama «un marimacho». Me crié junto a mis dos hermanos mayores, que vivían para el boxeo, la doma de caballos y el rodeo. Llegué al periodismo de boxeo gracias a mi profesor de Literatura. Él era un especialista de Shakespeare y también periodista de boxeo y fue quien me animó a continuar en ese mundo. Tuve la oportunidad de entrevistar a Tyson, Foreman o Hollifield. Al igual que este profesor era especialista de Shakespeare, boxeador y periodista, me gustaba extraer la historia personal de los boxeadores, a través de reportajes que abundaban en su vida fuera del ring, ofreciendo una visión del boxeo nueva.
-El boxeo y los superhéroes mantienen una vida dual. En el primer caso, la lucha se mueve por reglas, hay sufrimiento, pero es un sufrimiento limpio. Las puñaladas se las encuentra uno fuera del cuadrilátero. Con los superhéroes sucede lo mismo.
-Estoy completamente de acuerdo. Cuando comencé a leer cómics resultaban atractivos porque los personajes eran muy humanos, con problemas de la vida cotidiana, y al mismo tiempo, debían ejercer la responsabilidad de sus poderes. La dualidad se da en el caso de los deportistas que, como los boxeadores, se han convertido en héroes. No son superhéroes, pero sí personas ordinarias puestas en situaciones extraordinarias que han tenido que conseguir una fuerza extra para llegar a la cima. Un boxeador es un elegido que han escogido por su capacidad en el combate. Se sienten obligados a ser los mejores, casi como superhéroes. Cuando Stan Lee creó los cómics Marvel, entendía que los lectores necesitaban identificarse con los personajes apelando a su lado humano. Eso es lo que yo intenté hacer con mis reportajes.
-Del mismo modo que hay una literatura de boxeo, pienso en F. X. Toole, o Conan Doyle, y también un cine de boxeo: Houston o Eastwood, resulta extraño que no haya un cómic de boxeo.
-El boxeo es un destilado de la vida real y la condición humana y su lucha desempeñada día a día. El espectador, en ese sentido, se siente identificado con el boxeador. Con «Spartan X», el personaje no es un boxeador, pero sí un luchador de artes marciales que, a través de su físico, consigue superar la adversidad. Pienso también en «Dare Devil», cuyo padre fue un boxeador al que le fue arrebatado el éxito y pienso en la película «El niño» de Chaplin. La metáfora del boxeo se aplica al cómic de un modo tangencial.
-Menciona el cómic «Spartan X», el primer caso en el que un actor se convierte en un héroe de cómic, en este caso Jackie Chan.
-La primera película de Jackie Chan que vi, «Operación Cóndor» fue de joven en Chinatown, Nueva York. Quedé hipnotizada porque me pareció que era un superhéroe en carne y hueso. Cuando llegué a casa tuve un sueño muy vívido en el cual me veía a mí misma haciendo un cómic sobre Jackie Chan sentada junto a él. En aquel momento, trabajaba como editora en Marvel junto a mi jefe, al que le gustaban las artes marciales. Le propuse hacer un cómic sobre Chan e inmediatamente después estuve en Hong Kong buscando al actor. La idea a Chang le pareció maravillosa. Ahora estamos trabajando en un volumen que reúna todos los números. He escrito su biografía y un estudio de sus películas. Aquel cómic contribuyó a que Jackie Chan fuera conocido en los EE UU.
-Otros personajes como Xena o Hércules llegan al cómic después de triunfar originalmente como una serie de televisión. Supongo que habrá una serie de limitaciones en la edición que hacen difícil que triunfe.
-Los cómics no dejan de ser una película en una sola dimensión. Como editora estoy encargada de contratar al dibujante, al guionista. Soy la productora de esa película y por lo tanto un control de cómo se va a contar esa idea y ese personaje. Para mí, que un personaje proceda de la televisión no es difícil, porque viene de un lenguaje visual, como lo es también el cómic. El problema más burocrático son las licencias y la imagen de un personaje que está asociado a un actor. Muchos actores tienen derecho de aprobación sobre su imagen. Nos ha sucedido con Hércules o El Zorro. Todo lo que se dibuje sobre su imagen requiere la aprobación de Antonio Banderas.
-Relanzar una figura como She-Hulk, la versión femenina de La Masa, no deja de ser algo complicado, puede ser finalmente una réplica femenina sin mayor trascendencia. Sin embargo no ha sido así.
-Lo que primero busqué fue un artista con una visión particular, impactante. Llamé a John Byrne. Teníamos la misma idea del personaje. Lo que decidimos con She-Hulk fue que tuviera una dirección distinta, y en este caso fue el humor, hasta el punto que logró una personalidad propia. Con personajes tan definidos como Lobezno o Superman, aunque tengan una historia concreta, siempre se pueden contar historias buenas. Es una dificultad, pero yo lo veo como un reto:contar una buena historia.
-Está preparando una antología de entrevistas con los grandes autores del cómic. ¿Qué nos puede adelantar?.
-El DVD se llamará «Creator cronicles». Se trata de conversaciones que intentan conservar la historia del cómic desde sus inicios hasta la actualidad. El primer vídeo es con el maestro George Pérez, y le seguirán otros. Relacionándolo con el principio de esta entrevista, no me interesa sólo hablar de un dibujante, sino también de su vida.
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